Casa Río

El origen de una idea transformadora: WEWAC, la moneda del agua.

Por Alejandro Meitin

En agosto de 2018, Bucaramanga, Colombia fui invitado por la Fundación Siemens Stiftung, en colaboración con la Fundación Kreaviva – La Otra, arte contemporáneo, y el Instituto Municipal de Cultura y Turismo, a participar en Espacios Revelados / Changing Places, un proyecto que entrelazaba arte contemporáneo y patrimonio con el objetivo de activar la memoria ciudadana.

A través de intervenciones artísticas en edificios patrimoniales, viviendas, espacios públicos y estructuras industriales, la iniciativa proponía nuevas formas de habitar la ciudad, visibilizando el arte como una herramienta capaz de resignificar espacios y catalizar vínculos entre artistas, comunidades y públicos diversos.

Mi participación comenzó con una etapa de investigación destinada a identificar el núcleo temático de la propuesta, que se integraría en octubre al circuito de intervenciones junto a las obras de otros veinte artistas invitados.

Al llegar a Bucaramanga, fui recibido por el equipo base que me acompañaría durante el proceso de investigación que estaba integrado por Frank Gómez Rincón, Pedro Vesga, Tonni Villareal, Charly Galván, Lica Prada y Freddy Barbosa. Este primer encuentro fue decisivo, ya que rápidamente se generó una sintonía de trabajo y una disposición colectiva que marcaría el desarrollo posterior del plan. Dado el tiempo limitado, nos adentramos de inmediato en el territorio para identificar el conflicto más urgente de la región que lo representaba la amenaza sobre el agua provocada por un megaproyecto minero en el Páramo de Santurbán. Esta preocupación compartida se convirtió en el eje articulador de nuestra indagación y del trabajo artístico posterior.

Historia de Codicia y Resistencia

Páramo de Santurbán y zonas de bosque denso. Marino Meitin y Augusto Tobar. Equipo de cartografía de Wewac

Colombia tiene la inmensa fortuna de contar la mitad de los páramos que existen en el planeta. De una sobrecogedora y frágil belleza, los páramos son uno de los ecosistemas más prístinos. En la altura, la niebla y la llovizna, alimentan la inmensa esponja que es su suelo, la que distribuye lentamente el agua por cientos de quebradas y riachos, todos en purísimo estado. Del agua captada en este páramo, se abastecen los acueductos de más de 23 municipios, entre ellos dos capitales departamentales, Cúcuta y Bucaramanga, beneficiando de forma directa a más de 1.700.000 habitantes. Por sus especiales características geográficas es en este escenario donde se resume también la riqueza del mineral que encierra en su interior, particularmente en oro, con estimaciones que calculan alrededor de 9.000.000 de onzas troy, equivalentes a aproximadamente USD 13.963.500, y es justamente aquí, en medio de tanta belleza, donde el peligro acecha.

La historia del Páramo de Santurbán es, en esencia, un reflejo de la historia minera de Colombia. Desde 1530, cuando los banqueros alemanes Welser de Augsburgo enviaron su expedición en busca de El Dorado, hasta nuestros días, el oro de estas montañas ha sido codiciado y especulado. Aunque rara vez extraído en grandes cantidades, la promesa de su riqueza siempre ha estado presente en los planes de acumulación.

Esta región fue escenario de la fundación de minas coloniales, donde se impusieron métodos destructivos como el lavado de tierras con agua. Con el tiempo, llegaron empresas británicas, francesas, canadienses, y hoy, incluso fondos soberanos de Abu Dhabi, todos con el único objetivo de extraer los minerales encapsulados en sus entrañas. Sin embargo, frente a esta codicia, ha florecido una poderosa resistencia ciudadana. Las movilizaciones por el agua en Bucaramanga son un testimonio vibrante de cómo las comunidades han defendido incansablemente este ecosistema vital, convirtiéndose en un faro de la lucha contra la megaminería.

Nace el Banco es la Montaña

La inmersión en la realidad de Santurbán fue profunda y transformadora. Como equipo recorrimos el páramo, realizando registros terrestres y aéreos, y entablando diálogos con habitantes de una región donde la minería artesanal sigue siendo una fuente vital de sustento, en un contexto atravesado por la precariedad laboral. Estos encuentros permitieron comprender la complejidad de un conflicto que enfrenta la promesa del desarrollo impulsada por la megaminería para las poblaciones de altura con las legítimas demandas de las comunidades aguas abajo, especialmente las de Bucaramanga, preocupadas por la amenaza a sus fuentes de agua.

Equipo de trabajo en el Páramo de Santurbán. Foto Freddy Barbosa

Entrevista en el pueblo de Vetas. Foto Freddy Barbosa.

Complementé esta experiencia territorial con una revisión histórica crítica, un análisis documental riguroso y reuniones con líderes de las asambleas ciudadanas que, desde hace años, resisten la expansión minera en la región. De ese proceso surgió una convicción. No bastaba con denunciar. Esa voz ya se había alzado de múltiples formas y, en lo personal, sentía que era momento de dar un paso más.

Fue durante una cena, mientras charlábamos de todo esto Frank Gómez Rincón, Pedro Vesga y yo, que la idea tomó forma ¿Cuál es la razón de destruir todo para llevar el oro a una bóveda a miles de kilómetros si ya se encuentra encapsulado en la bóveda más segura del mundo? ¿Y si la montaña misma fuera el banco? Así nació El Banco es la Montaña: Transiciones postextractivistas y criptomonedas, una propuesta que imaginaba una criptomoneda, cuyo valor no residía en la extracción de los minerales, sino en el activo que representan los minerales encapsulados en la montaña.

Siguiendo los objetivos de Espacios Revelados, comenzamos a preparar los detalles de una exhibición en el Parque del Agua, espacio público donde funciona el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga, abastecido por los ríos nacidos en el Páramo de Santurbán. Allí presentaríamos nuestra propuesta, una criptomoneda inspirada en la defensa del agua, respaldada por el valor de los minerales encapsulados en la montaña. El lanzamiento de la ICO (Oferta Inicial de Moneda) tendría como objetivo distribuir esta moneda simbólica entre aportantes dispuestos a apoyar el desarrollo del proyecto, con la expectativa de que, en el futuro, la moneda entrara en funcionamiento real.

El evento Espacios Revelados / Changing Places naufragó por una serie de deficiencias organizativas de la coordinación. Por nuestra parte seguimos adelante confiando en la necesidad de llevar adelante la iniciativa por cuenta propia, guiados por la convicción de que era posible y necesario transitar este camino.

Render de parte de la instalación (Salón Wa) donde se exhibiría el lanzamiento de la ICO en el Parque del Agua.

WEWAC Sale a la Luz

Lo que empezó como una intervención artística en Bucaramanga germinó, gracias al esfuerzo de un equipo cada vez más amplio, en una propuesta tangible. Esta experiencia que tomó forma hoy se llama WEWAC, la Moneda del Agua, y se lanza al mundo, invitando a una transformación económica radical.

Programadores, diseñadores cripto, geógrafos, cartógrafos, artistas y comunidades locales se han unido para dar vida a una iniciativa que impulsa una economía postextractivista, donde el verdadero valor no reside en la destrucción, sino en el cuidado. En lugar de extraer minerales, se propone conservarlos encapsulados en la montaña, reconociendo el valor de existencia del Páramo de Santurbán.

La propuesta busca generar una renta básica para campesinos que se comprometan, mediante contratos verdes inteligentes basados en tecnología blockchain, a proteger los nacimientos de agua en sus predios. Estos contratos permiten garantizar la transparencia, la eficiencia y la trazabilidad de los compromisos. Los acuerdos incluyen conservar el flujo del agua y aumentar su caudal, evitar la minería a gran escala, prevenir la contaminación y abstenerse de cualquier actividad que comprometa la calidad del agua. En este modelo, el valor económico se vincula directamente con la conservación del ecosistema.

El Páramo de Santurbán, ha sido el epicentro de una larga historia de codicia y resistencia. Hoy, proponemos una economía que no se basa en la extracción, sino en la preservación como la máxima expresión de valor.

WEWAC es un acto artístico, poético, político, económico y tecnológico.

¡Seguimos adelante!
www.wewac.co
Instagram: @wewac.co

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